Monday, March 26, 2007

El Juego

Hace un tiempo, en una reunión con amigos en mi casa, éstos se pusieron a jugar al juego de la copa. Me opuse terminantemente, ya que lo unico que me falta es que en mi casa tengan que convivir un espìritu y un demonio... pero al final todos terminaron jugando al juego.

Luego de un rato de invocar espiritus del bien y el mal, la copa (en realidad un vaso) comenzó a moverse, para sorpresa y trauma de los jugadores. Y para fastidio mío. El espíritu empezó a decir incoherencias, relacionando las vidas pasadas de los que jugaban con sexo y cosas por el estilo. Al escuchar estas cosas mi fastidio empezó a aumentar, aunque su destinatario era otro, ya que sospechaba la identidad de dicho espíritu. Al retirarse mis invitados, llamé a Baalsagoth, quien no paraba de reírse...

-¿No te fuiste medio a la mierda con lo del incesto y todo eso?

-Jajaja! Para nada... Tenia ganas de divertirme un rato

-Bueno, pero ahora me van a joder con el juego de la copa todos los dias

-Y bueno, mira, de ultima la proxima hago que salga fuego de la copa...

-No, deja, mejor me arreglo yo con esto...

Desde ese dia escondo los vasos y todos tomamos directamente de las botellas...

Wednesday, March 14, 2007

No Comments!

El demonio está enojado porque nadie deja comentarios...

Dejen comentarios!

Wednesday, March 07, 2007

Otra casa, otro demonio

En una de mis tantas conversaciones con Baalsagoth, me enteré de que Derceto no era la única casa custodiada por un demonio. Aunque- aclaró el demonio-, el demonio que cuidaba aquella otra casa no estaba en sus cabales, e hizo cosas un tanto discutibles...

-Y donde está esa casa?
-Acá en la ciudad, en 48 entre 11 y 12, el número es 809 si mal no recuerdo...

Decidí visitar ese lugar, pensando en algún habitante un poco desquiciado o poco sociable, un ermitaño quizás. Al llegar miré extrañado la fachada de la casona pintarrajeada con frases como "Asesino", "Que te pudras en la cárcel", e incluso "Héroe". Solamente caí en cuenta en donde estaba cuando leí la pequeña placa de bronce ennegrecida que estaba al lado de la puerta de la casa.

"Dr. Barreda, Odontólogo"