En pocos días dejo Derceto. El demonio lo ha comprendido y, a pesar suyo, me desea buena suerte. Ya no volveremos a hablar.
Muchas cosas sucedieron desde la ultima vez que escribi. Muchos seres que pertenecian a esa casa sin saberlo han dejado de pertenecer. Muchos pasos ya no se oyen durante ciertos dias de la semana, casi no hay risas, casi no hay luz. De a poco la vieja fortaleza se convierte en un sepulcro, en un mausoleo.
La antigua magia de Derceto se desvanece en el aire, en el tiempo. El sendero me llevara a otros lugares, quizas mejores, quizas peores. Pero Derceto fue la casa que me vio volverme hombre, donde desnude mis fortalezas y debilidades, donde rei con gusto y llore amargamente. Es el cofre de mis recuerdos mas hermosos, de mis mejores tiempos, y de mis mas duras experiencias.
Yo viví en Derceto.
Thursday, April 02, 2009
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